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Un descalcificador eliminará toda la dureza del agua: en tal caso, es necesario mezclar una pequeña cantidad de agua cruda con el agua tratada por el descalcificador para obtener la dureza residual deseada, entre 6 y 12 grados franceses. Los descalcificadores generalmente están equipados con un tornillo que permite mezclar el agua cruda con el agua tratada, o con un bypass que permite un ajuste preciso.

En una casa o piso, se considera que una dureza del agua entre 6 y 12 °F (grados franceses) es la ideal. Las bajas cantidades de magnesio y calcio en el agua del grifo pueden ser buenas para la salud. Sin embargo, si nota que el agua deja restos de incrustación calcárea en las superficies o en los electrodomésticos es porque los minerales que contiene están llegando a su punto de saturación y su ablandamiento sería beneficioso para su bienestar, la vida útil de sus electrodomésticos y su gasto energético.

Es una unidad de medida de la dureza del agua. Un grado francés (°F o TH) corresponde a 10 ppm o 10 mg de carbonato de calcio por litro de agua. 

Sí. El descalcificador no altera en modo alguno la potabilidad del agua: actúa específicamente sobre su dureza.

Siempre que la dureza residual del agua esté dentro de los límites prescritos, no existe ningún riesgo de sufrir efectos secundarios. 

Instalar un descalcificador de agua tiene muchos beneficios:

• Los depósitos minerales de incrustación calcárea ya no se adhieren a las placas de los calentadores de agua, las tuberías, el esmalte de los sanitarios, la piel o la ropa de cama. La piel mantiene su suavidad, la ropa no se torna áspera, el esmalte se conserva y no vuelven a aparecer restos de incrustación calcárea, lo que también permite reducir el uso de detergentes. Ganará en comodidad y sus dispositivos funcionarán a pleno rendimiento, sin pérdida de energía. 
• Protección de electrodomésticos que utilizan agua.
• Ahorro energético (hasta un 30 %) de las calderas de condensación.
• Posteriormente, las tuberías libres de obstrucciones de incrustación calcárea permiten un paso más fácil del agua y, por lo tanto, un ahorro energético.