Momento Pentair: Eva suaviza la dureza de su agua

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Momento Pentair:
Eva suaviza la dureza de su agua

"Llámenme hedonista, pero no hay nada mejor que la ropa blanca suave con olor a recién lavada. Me crié en una zona con agua blanda y mudarme aquí fue una auténtica decepción en ese aspecto. Me cansé rápidamente de las toallas ásperas, rugosas, de la falta de flexibilidad de la ropa... y de los brotes de eccema de Ricky. Un sencillo descalcificador de agua resolvió todos nuestros problemas. A día de hoy, mi colada continúa pareciéndome un lujo en materia de suavidad."
Eva Goldrand, madre y ama de casa
foggy water

No sea blando con la dureza de su agua

Como la mayoría de los ciudadanos europeos, Eva vive en una zona con agua dura. Dado que pasó su infancia en una zona de agua blanda, concretamente ella reconoce la diferencia con más facilidad que otras personas. Prendas más ásperas al tacto. Ropa que pierde sus tonos vivos y se decolora con el tiempo. La necesidad de usar más detergente y suavizante de lo normal, por no mencionar el coste (consumo y desgaste) que esto supone para la lavadora. Cuando a su hijo comenzaron a salirle heridas en la piel, decidió que ya habían tenido bastante y mandó instalar un descalcificador. Sin duda podría decirse que este dispositivo ha supuesto un cambio de vida.

Pero, ¿qué es el agua dura, cómo puede afectar a la ropa y cómo se ablanda?


La realidad del agua dura

El agua dura es una verdad irrefutable de la vida. Pero nuestra agua no inicia así su andadura. El agua de lluvia es pura y blanda. La dureza del agua se debe a la presencia de minerales como el calcio, el magnesio y el hierro que se disuelven en el caudal al llegar al suministro de agua de su hogar. Pese a que estos minerales no resultan nocivos, la vida mejora bastante en su ausencia, especialmente cuando se trata de lavar la ropa. 

 

¿La ropa no queda tan limpia como desearía?

Sencillamente: el jabón no se mezcla bien con esos minerales. Eso sucede con todo tipo de jabones, desde el destinado a la limpieza facial hasta el champú concentrado para coches; el detergente para la ropa no es ninguna excepción. Los minerales de dureza impiden la libre mezcla del jabón con el agua para formar una solución limpiadora eficaz y, por este motivo, no son tan activos en la lavadora. En ese caso, nos sentiremos tentados a añadir más detergente, obviando que ese gesto podría agravar el problema. Enjuagar el exceso de jabón resulta mucho más difícil con agua dura y las partículas de detergente podrían "adherirse" a la ropa limpia, acumulando aún más suciedad.

La presencia de trazas de hierro en el agua puede ocasionar que los tejidos adquieran manchas de tono marrón rojizo. Este no es el aspecto que deseamos para nuestras prendas, pero si utiliza lejía para la ropa blanca, podría provocar una reacción química que también derive en la aparición de manchas de óxido en sus prendas. 

rough towels

Opte siempre por la opción con resultados más suaves

El agua dura confiere a las prendas un tacto áspero y rígido. Con el tiempo, los depósitos de calcio, con aspecto de sustancia blanca calcárea alrededor de grifos y fregaderos, se acumulan en las toallas y la ropa de cama, confiriéndoles un tacto áspero y rugoso. Las prendas pierden tanto la suavidad como la capacidad de absorción originales y es posible que se vea obligado a sustituirlas con más frecuencia.
 

El agua dura no solo empeora sus prendas, también su piel.

Aunque el agua dura por sí sola no resulta intrínsecamente perjudicial, lavarse con agua blanda es más agradable y beneficioso para la piel. El calcio y el magnesio presentes en el agua dura impiden la correcta mezcla de los ácidos grasos del jabón, dificultando así la limpieza y el aclarado, pudiendo derivar en reacciones cutáneas. Igualmente, si la ropa acumula restos de detergente, el problema podría agravarse, dado el contacto prolongado de la piel con las sábanas o la ropa afectada. Sin duda, el agua dura tiene más probabilidades de provocar sarpullidos y dolores, especialmente en personas de piel sensible. 


¿Cree que la solución consiste en usar más detergente?

Optar por añadir más detergente para ablandar el agua podría enmascarar un problema subyacente. Un uso excesivo de detergente y suavizante, además de resultar costoso y perjudicial para el medio ambiente, puede derivar en la acumulación de espuma sucia. La solución consiste en lavar con agua más caliente (mayor coste) para que la ropa quede "libre de jabón"; de esta forma da comienzo un círculo vicioso. A la sobrecarga de trabajo que experimenta su lavadora, se suma ahora un exceso de detergente y la acumulación de cal en su resistencia.

detergents

Fuera el agua dura, dentro con la blanda.

Si experimenta alguno o todos estos problemas, consideramos que instalar un descalcificador es la única solución permanente. Este eliminará los efectos adversos del agua dura sobre las prendas, confiriéndoles además un aspecto y tacto más suave, fresco y limpio. El proceso de intercambio de iones elimina los minerales responsables de la dureza del agua, que se sustituyen por los responsables de que resulte más blanda. Lavar con agua blanda se traduce en prendas más suaves y agradables al tacto. La ropa conservará su aspecto y colores originales más tiempo. Advertirá una reducción en la cantidad de detergente preciso y no debería necesitar suavizante de ningún tipo. Además, podrá reducir la temperatura del agua de lavado y obtener mejores resultados. Igualmente, las afecciones cutáneas que cursan con dolor tienen más posibilidades de desaparecer con el agua blanda doméstica.


Los descalcificadores resultan beneficiosos tanto para su ropa como para su bolsillo.

Existen muchas y buenas razones para instalar un descalcificador, además de mejorar la calidad de sus prendas limpias. Si emplea horas limpiando la cal de grifos y fregaderos con detergentes abrasivos, el agua descalcificada le devolverá inmediatamente esas horas perdidas. Además de la lavadora, los lavavajillas, las calderas, los hervidores y todos los aparatos que emplean agua caliente se ven afectados por la cal presente en el agua dura. Con el tiempo, la cal se acumula en las resistencias y provoca una falta de eficiencia y el incremento de los costes de uso de estos electrodomésticos. Es posible que una acumulación excesiva provoque un fallo irreversible, obligando a una costosa sustitución del aparato.

Un descalcificador no se limita a hacer de su hogar un lugar más limpio, suave y agradable, sino que también se amortizará rápidamente gracias a la reducción de los costes de energía y detergente. Pero, ante todo, permitirá a usted y a su familia disfrutar de ropa limpia y siempre agradable al tacto.
 


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